Submarino ARA San Juan La esposa de un tripulante contó que en el incidente de 2014 la tripulación llegó a despedirse entre sí 
Según el relato de Itatí Leguizamón, esposa de Germán Oscar Suárez, radarista de la nave, los submarinistas creyeron entonces que la situación era irreversible.
Según contó ayer la esposa de un tripulante del ARA San Juan, en 2014 el submarino vivió un incidente crítico cuando por cuestiones técnicas no podía emerger. La situación llegó a ser tan extrema que, relató la mujer, los tripulantes llegaron a despedirse entre sí.
María Itatí Leguizamón, esposa de Germán Oscar Suárez, radarista del submarino perdido, ayer había contado que su marido le había relatado un incidente ocurrido tres años atrás. "Me comentó que tuvieron un desperfecto en 2014 y que fue grave; eso es todo. Que fue grave y que generó un poquito de tensión y de miedo ahí adentro. Pero como después salió todo bien son cosas que se cuentan a la familia, no a la prensa", había explicado Itatí en una nota radial por la mañana.
Después, cerca del mediodía, cuando Enrique Balbi terminaba de dar el comunicado a la prensa con la noticia del registro de una explosión cerca de la última ubicación conocida del submarino, Itatí dio detalles impactantes sobre el incidente. Señaló ante un grupo de periodistas que la falla consistió en la imposibilidad de emerger y que la tripulación entendió entonces que la situación del ARA San Juan era irreversible.
Bajo el impacto de la novedad del estallido que había recibido minutos antes, Itatí se detuvo a la salida de la Base Naval de Mar del Plata ante una nube de micrófonos. "¿Había tenido otro tipo de inconveniente el submarino?", le preguntó a Itatí un cronista. Y la respuesta que se puede escuchar, entre el tumulto de cámaras fue esta: "Me parece que no es momento para hablar de eso pero sí, tuvieron y no me voy a callar nada. Sí, tuvieron un inconveniente en 2014; no podían emerger, no podían emerger; emergieron y eso obviamente no trascendió. Y no me importa ahora quemar a nadie si ya no está, qué me importa. Que se sepa todo. (...) Se encomendaron ya, se despidieron y dijeron 'fue un placer servir con ustedes'. Y ahí salieron para arriba".
Antes, la mujer había señalado que los problemas con el submarino se arrastraban desde hacía años. Y cuando le preguntaron si esos problemas habían sido denunciados, contestó: "A quién vamos a denunciar, si algo dicen, ¿te crees que no los echan?".
Por la mañana la mujer había afirmado que los problemas con el submarino era conocidos entre los tripulantes y sus familia. "Cualquier persona que trabaja ahí sabe; otra cosa es que no lo quieran decir. Cualquier persona, allegada o familiar sabe muy bien en las condiciones en que trabajan ellos. Ahí es moneda corriente, todo el mundo sabe", había dicho.
Fuente: Clarín
Viernes, 24 de noviembre de 2017
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